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domingo, 5 de abril de 2015

El ascenso. Batallón Asturias 263



     Junio de 1937. Tras las múltiples y fracasadas ofensivas por Oviedo, tras el quebranto sufrido por las Brigadas Expedicionarias asturianas en el frente vizcaíno los batallones del Cuerpo de Ejército de Asturias adolecen, entre otras muchas cosas, de mandos subalternos. El porcentaje de cabos y sargentos caídos en combate es elevado y los huecos que dejan difíciles de cubrir. El Alto Mando emite una instrucción para que en cada batallón se realice una selección de soldados que puedan pasar a ocupar plaza de cabo, y cabos que puedan optar a la de sargento tras el conveniente paso por la Escuela de Guerra de Noreña.

     En Tuernes se encuentra el acuartelamiento del Batallón de Infantería 263, uno de los creados tras la movilización general decretada en los meses de marzo y abril tras la fracasada ofensiva de febrero que diezmó las mejores y más aguerridas unidades del Ejército Popular en Asturies. Este batallón, creado mayoritariamente a partir de movilizados que hubieron prestado servicio militar en la Marina de Guerra, recibirá popularmente el nombre de “Marinos”.

     El día 16 de Junio el comisario político del batallón, Francisco Arias, emite una circular que se hace llegar a todas las compañías.

BATALLON DE INFANTERIA Nº 263
Por órden de la superioridad, mañana a las 7 horas en el puesto de mando de La Trecha, se reunirá la Junta de Instrucción del Batallón con asistencia del Comisario Politico del mismo, y compuesta como vocales por los Capitanes y como Secretario, el Teniente de Plana Mayor.
Esta Junta presidida por mi, estudiara y propondra los Cabos que deben ascender a Sargentos y los Soldados que deban ascender a Cabos, en número igual al total de vacantes que existan en este Batallón.
De la reunión se extendera acta donde se hará constar las propuestas que firmarán los asistentes, el Comisario unirá por separado un certificado de lealtad al régimen los propuestos no entrarán en posesión del empleo hasta que recaiga aprobación afirmativa del E.M.
En virtud de este escrito, los Capitanes de Ciª, durante el acto de la Junta, haran cada uno una propuesta del personal de la suya que consideran mas apto para cubrir las vacantes de Cabos y Sargentos efectivos que tienen en sus Compañias.
                                                                                           Tuernes 16 Junio 1937.
                                                                                                            El Mayor Jefe.
El Comisario del Batallón.

1ª Ciª.- 2ª Ciª.- 3ª Ciª.- Ametralladoras. Plana Mayor.
Sección Mixta. Comisario Politico. Archivo.


 
     Al día siguiente, 17, se llevará a cabo dicha reunión en el puesto de mando del sector de La Trecha, en Tuernes. De esa reunión se levantó, tal y como exponía el Comisario, un acta caligráfica que, afortunadamente, se conserva.

Acta del día 17 de junio de 1937

Batallón de Infantería nº 263.
En Tuernes a diecisiete de Junio de mil novecientos treinta y siete, se reunió la junta de Instrucción de este Batallón, previa instrucción al efecto, presidida por el Comandante del mismo D. Marcelino Ramos de Vena y compuesta por los Capitanes de las compañias, D. Saturnino Marino López de la 1ª, D. Eladio Riera Suarez de la 2ª, D. Amable Fuentes Fernandez de la 3ª, D. Constantino de la Ponte y Miyares de Ametralladoras y como Secretario el Teniente de Plana Mayor D. Manuel Sampedro Rodríguez, asistiendo además el Comisario del Batallón Francisco Arias Fuertes.
Reunida la Junta el presidente manifestó: Que el acta tenía por objeto cumplimentar una orden de la Superioridad por la que se dispone se propongan para el ascenso los Cabos y Soldados necesarios para cubrir vacantes de Sargentos y Cabos respectivamente y llenar sus plantillas de estas clases que necesita el Batallón.
Examinadas las propuestas presentadas por los Capitanes de compañías, y oídos sus informes verbales, la Junta por unanimidad decidió proponer en la 1ª compª para sargento al Cabo Virgilio Vazquez García y para Cabos a los Soldados, Manuel Gonzalez Moran, Manuel Ordoñez Otero, Emilio Rodríguez Díaz, Lorenzo Crespo López, Manuel Menendez González; de la 2ª para Sargento los Cabos José Riera Martínez, Buenaventura Junco Ruiz, Amado Fernández Marcos y para Cabos los soldados, Fernando (ilegible) García, Ramiro Serrano García, Maximino Marino Tamargo,  Ramón Menéndez Solares, José Suárez Vigil, Fernando Alvarez Quirós, Emilio Fernández Aller, Ramón Rodríguez Alonso, Antonio Fernández Sampedro, Amadeo Cobián Sánchez, Marcelino Suárez Piñera, Celso Roa González; de la 3ª, Cabos para Sargentos, Corsino González Costales, Secundino Fernández Lera, soldados para Cabos Luis Palacio Corte, josé Palacio Noval, Antonio Gijón Villabrille, Fernando Palacio Sanchis, José Sánchez Cadavieco, Eduardo (ilegible) Sierra, José Llano Alvarez, José García González, Luis Alvarez Vega, José Mª Alvarez Díaz, Adolfo Martínez Braña y José Cantero Riego; por la de Ametralladoras para Sargentos los Cabos José Alvarez Suárez y Ramón Rodrigo Somoano; para Cabos los soldados, Julio Díaz García, Basrilio Alvarez Vega, Tomás Fernández García, Daniel Caneda Gómez, Julio Vega García, Dionisio Rendueles Amado y Benigno Rubiera García; de la Plana Mayor, para teniente el Brigada Ramón Huergo Fernández y para Sargento al Cabo Luis Gallego Pachuno.
Y para que conste y surta sus efectos legales, firman la presenta acta todos los componentes de la Junta en el referido lugar, y en la referida fecha.



 
     A lo largo de los meses de Junio, Julio y Agosto los propuestos en el batallón como sargentos irán pasando por los distintos cursos de formación que se llevan a cabo en la Escuela de Guerra de Noreña. Muchos volverán a sus unidades de origen, otros, irán a cubrir las bajas de los que van siendo batidos en Vizcaya y Santander.

     Corsino González Costales, mi abuelo, irá a dos de esos cursos, en uno de los cuales se especializa en el arma de morteros. El 1 de septiembre, tras su segunda estancia en Noreña, se le asigna al Batallón 242, pero el desarrollo de los acontecimientos, con la decidida ofensiva franquista por el oriente asturiano le lleva a recalar en un veterano batallón asturiano, el 237 o Piloña, por estar en origen formado mayoritariamente por voluntarios piloñeses. Dentro de la brigada 184 de Manuel Alvarez combatirá durante el mes de septiembre por las alturas de las Peñamelleras, por Cabrales, por Cangas de Onís, tratando en vano frenar un avance que, aunque costoso, es a todas luces imparable.